25 abr 2011

Se me olvido

Cuando veo la foto, desenfocada y con ese color sepia me acuerdo de la forma que dices mi nombre. Le pones ese acento y la tilde siempre llora, aunque tus labios me den una sonrisa. Después espero, y espero, y espero y sigo esperando que llegues a entender mis palabras, y me pregunto por que me afano tanto para que entiendas las palabras, solo eres una foto en mi vida, y no te moverás de allí.

Con el tiempo me acuerdo de tu piel, y de tus ojos esperando una reacción a lo último que te dije. Yo, quedo asustada ante lo que quiero responder, me doy cuenta que soy mas conflictiva que tu y por eso mejor hago silencio y sigo esperando a que entiendas. Entonces te paras, pero sin quitarme los ojos de encima, pero yo solo veo el suelo frío que me toca los pies. Tus manos se enfurecen y no quieren regresar a mi rostro pero tu mente no puede dejar de pensar y siguen pesando, y de tanto pensar cae en desear y lo hace. Me toca la cara y después te vas de todo.

Tus pasos siempre me los imagine crujiéndome, pisándome la espalda y de nuevo me asusto con que me llega al cerebro. Una simple sonrisa en tu rostro, como esa que hiciste aquel día. No esa de satisfacción al verme, sino la otra, la que haces cuando te gusta algo. Pero, por que te imagino riéndote ante aquella triste y pesimista situación? todavía  lo pienso y me asusto.

Me paro de la silla y te digo “así es la vida” y vuelve ese pensamiento de estupidez de hace una semana. Gracias a Dios solo me ignoraste.


Te vuelvo a ver caminando por la calle, rápido como siempre. Nunca pude entender tu prisa, siempre olvidabas algo, o se te hacia tarde o solamente comenzabas a dejar de pensar en el presente y te volvías un balde de planes, y de siestas y de frutas. Te vi, y lo recordé todo, el porque, y el cuando, y el como, me molesto. Me molesto mucho por que se que solo me espiaste y preparaste para tu plan adverso y despiadado ante mi persona. Me quitaste las ganas de volver a corregir mis faltas por que al final todo debió de salir como lo planificaste.

Vi hacia el otro lado de la calle y me di cuenta de lo rápido que puede resumirse el tiempo.

Seguí mi vida hasta que volví a ver mi recordatorio (y me pregunto por que le dicen así) y no puedo quitármelo. No puedo, que asare de vida la mía, mientras más me duele mas le veo sentido. Ahora bien, a que le veo sentido? A como las cosas se fuñen y uno se queda como estupida? Que bueno que no creo en el karma. Mi camino se vio más verde, como el poema, y quiero gritar verde que te quiero verde, y veo a mi cabello rizo y todo me acuerda a tus reproches.

El mira para la izquierda y solo hago una foto mental y mis labios se agrietan, saco mi chap-ice. Pero no se como es mejor, si humedecerme los labios con mi lengua o hacerlo con el chap-ice? Cual seria menos motivador? O realmente eso no importa por que todavía tengo el recordatorio puesto y se me ve. Ya no importa que tanto haga, la gente me vera con tu cabello cerca del mío.

Esto no se trata de recordar, sino de ganar. De ganar que? Ganar el silencio que mis labios hacen cuando estoy pensando (que al final se convierte en recordar), en tu risa ante las ocurrencias de la vida.

Al poco tiempo de asegurarme que es sabio volver a solicitar tu vida ante el estado de las malas decisiones me defiendo de no volver a estresarme de si entras o sales de la prisa que siempre tuviste.