30 sept 2009

Nunca me acuerdo



Realmente no me acuerdo cuando escribí un poema llamado “I never remenber”. Tenía que tener unos 13 o 14 años, debí de estar bien ubicada en esos momentos porque ahora lo leo y me dan ganas de sentirme como antes.

En este menciono las cosas que no recordaba. Lo más interesante es que eran puras ironías, como:

Nunca recuerdo a ver visto un camello azul,
Una cama con manzanas y un par de guantes en el árbol
(Traducción)

Suena estúpido pero lo que trataba de decir es lo que quiero decir ahora. Tener memorias es lo máximo que se puede hacer para seguir viviendo. Esas memorias pueden ser cortas, aburridas y tal vez en ese momento sin importancia, pero llenar nuestra vida de momentos es algo gratificante. No valorar los partecitas de la vida que nos pinchan nuestro perfil nos desaparecen la mirada.

Vivir cada momento con todo y sus emociones y sentimientos posibles. Luchar por tener recuerdos no mata a nadie, porque al final no tener recuerdos nos puede matar el corazón. Nos hacemos frios… intocables. Aun que ser intocable suena atractivo, esto nos hace menos humanos,  porque algunas veces quisiéramos que nos toquen, que nos reprochen, que nos sonrían para recordar el pasado y ver el futuro. Son solo 1,4 kilos de cerebro que tenemos que pueden hacer la diferencia entre una vida más satisfaciente y una más indiferente.


Me sentiría  mal si con las personas que estoy no sepan de donde vengo, de las estupideces que hacía y de las cosas horribles que me pasaron. Tener que recordar nos hace libres de pensar en el futuro, prefiero ver mi pasado que mi futuro, porque sé que si recuerdo quien soy, sé a donde llegaré.
 
Comparte lo vivido. Las canciones que bailabas, los/as niños/as que te movían la mirada, las lagrimas por los que se fueron y por los que volviste a ver. Por supuesto, sin faltar esas cosas que hicieron lo que eres ahora. Que no te de vergüenza decirlo, por que debes de estar orgulloso que tienes memorias. Poseemos mil trillones de moléculas de proteínas (un uno seguido de veintiún ceros) en nuestro cerebro que nos ayudan a recordar, así que ¡úsalas!

A esta servidora lo que más le gusta recordar son los olores. Maravilloso es cuando estos te transportan a otros lugares. Por ejemplo, cuando a mi abuelo le daban quimioterapia , teníamos que ir a un sótano para que se las administraran, nosotros esperábamos  en una salita de espera, la cual tenía este olor tan especial. No era a hospital, era como a galletitas de soda con y viejos sofás, a gente triste, a enfermeras cansadas. Solo he podido volver a oler algo parecido cuando abrí una gaveta que estaba llena de medicamentos para cáncer. No pude contenerme y solamente recordar ese lugar. Una experiencia amarga que jamás olvidare

Por medio de las de las ramificaciones de las células nerviosas a medida que crece la memoria forma millones de nuevas combinaciones debido al aumento de sus “contactos.” Por medio de esto el posible número de recuerdos se hace indefinido, más allá de toda comprensión. Cada vez que pienso en lo hermoso que es recordar cada momento siento que pertenezco donde estoy, porque de allí me he levantado.

Muchas veces ver los inicios son la única razón para seguir adelante.

Bibliografía: Despertad del 1975, 8/3 16-21

23 sept 2009

Lo que hace un uniforme

Mis dos últimos años de bachillerato los hice en un liceo técnico, ese mismo año que entre cambiaron el uniforme. Uno de los apodos que mas me gustaron fue "los aguacates" esto era porque teníamos que usar una camisa verde y pantalones caqui. Podías ver a los estudiantes desde lejos porque es un color muy demostrativo de que eres del liceo P.H.U. Desafortunadamente muchos se olvidan de ese color tan particular.


 

El otro día de camino a Santo Domingo, estaba parada en el cruce de Barahona, como a las 10 de la mañana, vi algo muy interesante y que recalca mi teoría que los estudiantes se olvidan de ese color, una chica de 16 o 17 años se desmonta de una guagua en aquel cruce y va directamente donde un hombre. Me pareció bastante raro por que cuando abrazas a un hombre con sus 40 y tantos y te descuelgas de él, no es tu papa, especialmente cuando deberías estar en clases. No la juzgue hasta que el hombre la agarra de la cintura y la lleva dentro del parador y la sienta. Yo los veía desde la camioneta y mi expresión era de disgusto, porque con sus coqueterías era evidente que no era un familiar.


 

El solo hecho de haberse presentado con su uniforme de bachillerato para verse con este señor a mas de 100 kilómetros da la idea de que no es algo muy bien visto por los demás. En estos tiempos este fenómeno se está dando mucho. Por ejemplo, el otro dia en un programa radial el locutor comentaba de una niña de 15, se quejaba de que un señor de 53 no pudo cumplir con un acuerdo que tenían. Eso me impacto un poco porque ella realmente podía ser su nieta. No es el hecho de la diferencia de edad, y de esto me he dado cuenta en los últimos tiempos, sino de la diferencia de madures.


 

Lo que ellos quieren, lo que ellas quieren


 

En el caso de las chicas (hablare en femenino pero también se da el caso de chicos con mujeres ya mayores) buscan cosas que los chamaquitos no les puedan dar. La mayoría de estas niñas buscan a estos dones por su dinero, es muy extraño ver a una menor con un viejebo sin dinero, por lo menos necesitan una jeppeta, un apartamento enorme y un trabajo ejecutivo (en algunos casos hasta una familia). Claro esta, muchas buscan otros factores en esta relación, el cambio social, mejor dicho, que el tipo la mude por los problemas intrafamiliares que tiene en su casa. Para muchas tener 17, un apartamento y tal vez un carro para irse al colegio que su novio de 46 le paga es algo fascinante. Este cambio de niña a mujer solamente se lo puede dar alguien con más experiencia. Ellas ven y quieren ternura, dinero y la posibilidad de un cambio.


 

Por el contrario ellos buscan la belleza y la espontaneidad (sexo) de estas niñas. No son pederastas por que ellas quieren estar con ellos, pero si son unos abusadores. Para muchos hombres que viven su vida alegre estar con una mujer, o al menos que eso piensen, le es satisfactorio. Con las chicas que están tiene super cuerpos pero el cerebro del tamaño de un mani. No creo que vean muy satisfactorio el hecho de gastar dinero en una menor pero esa es su forma de vivir. Estos dones les deleita ver las mini faldas y hasta las llamadas en la noche, les gusta, para la mayoría de ellos es un juego que aun que sale caro tiene sus recompensas. Es la prostitución sin proxeneta. Ellos ven y quieren sexo, diversión, y lujuria.


 

Mi opinión


 

He visto parejas muy bonitas que tienen una diferencia de edad un poco marcada, puede funcionar, pero solo si ella no es una niña, osea es madura tanto como física como intelectual y emocionalmente. La madures tiene que ser mutua. Si los dos quieren una relación madura, lo cual es lo más adecuado, que tengan cosas en común es muy importante. En relaciones como esta el respeto y la dignidad esta ausente, ya que no pueden llegar a confrontar estas virtudes, no se crea el ambiente para expresar la madures, lo que hace que la niña se sienta libre de hacer lo que él quiere y el señor se sienta libre de sugerir. Es cierto que algunas veces ellos quieren algo serio pero tener una niña a su lado no es lo más inteligente que se puede hacer.


 

En particular la experiencia en un hombre cuenta mucho, yo no quiero chamaquitos, pero no quiero que se pierda la idea de un "vivieron felices para siempre" con "el murió de un ataque al corazón a los 60, después de dos años de relación". Los psicólogos dicen que las mujeres maduran más rápido que los hombres pero últimamente los chicas son más y más vacías y los chicos más y más jugadores.


 

Creo que la mujer joven debe de darse tiempo, ya tenemos muchísimas oportunidades de todo tipo, laboral, espiritual y creadora para que entren en ese mundo del amor(o juego romántico en muchos casos) tan temprano. El hombre mayor debe de analizarse, y sentar cabeza, dejarse de vagabundería. Búsquese una "mujer" que lo quiera y lo respete por quién es y no por lo que pueda hacer por usted.


 

Por último, si como quiera quiere estar con alguien mucho más maduro o inmaduro que usted haga las cosas bien y no a escondidas.

 

8 sept 2009

Un limpiabotas me dijo


 

Un domingo, como a las 1 de la tarde, iba caminando hacia mi casa. Tuve que atravesar un barrio de ricos, el barrio de los gringos. El sol me pelaba los pies y solo veía mi cama. A lo lejos veo dos limpiabotas caminando hacia mí. Les pongo como 6 y 7 anos. Morenitos, bajitos para su edad seguramente, con una caja de limpiabotas cada uno, la ropa sucia, como para dar lastima sucia.

Tenían una conversación de la cual no pude escuchar mucho, pero parecía importante ya que me hizo una pregunta muy interesante. El más pequeño de los dos con una sonrisa en sus labios media picara e intrépida, y en ese punto pensé que me diría un obscenidad, me pregunto lo que para mí fue una confirmación de que tenía razón ante un punto de su previa conversación con su compañero.

El niño me dijo casi a gritos, ya que estaba del otro lado de la calle, "amiguita, que se puede hacer con un peso?". Ante esta pregunta me detengo, pongo mi mano de derecha en mi cadera y pienso en lo que este niño me pregunto. Misteriosamente mi respuesta no fue tal vez la que él esperaba. Mi respuesta creo que fue bastante clara, aun que creo que él no entendió mucho. Le respondí con una voz irónica "guárdalo, y ya para el próximo (peso) serán dos".

Un peso ya en estos tiempos vale nada, pero al esperar por otro le garantiza tener dos pesos y ya tienes una menta Halls. El problema no es la menta halls, es la espera. Esa respuesta puede ser sencilla pero adentra muchas cosas de la vida: la espera. Esperar por las cosas, la paciencia y tal vez un poco de desinterés nos pueden ayudar a llegar donde queremos.

Para muchos dejarle las cosas a la vida y solo seguir con lo que tenemos es muy difícil. Esto es por que creen que pueden cambiar la situación en que están, pero en mi corta vida he podido ver que lo mejor es no apresurar las cosas. Dársela en desesperado no está. Al decir esto no digo que no se debe de luchar por lo que se quiere, sino que se debe luchar en el momento adecuado, y como diría mi mama tener tacto. Si, hasta en las cosas que se quieren, desean y necesitan precisan de la maravillosa y realista espera. No es fácil, se debe reconocer, pero es lo más sensato, y en algunos casos lo mas amoroso que se puede hacer.

Muchos nos hemos cansado de que nos aconsejen que todo llegara, así que vamos a decir que sí a esperar, esperar lagrimas, momentos felices, sacrificios, besos y desgarres en la espalda, días lluviosos, parejas y negocios. "Ahorremos" nuestras decisiones para que la espera haga el trabajo, esto nos ayudara a confiar en que si hacemos las bases correspondientes a nuestros sueños podremos así lograrlos y llenar nuestras vidas de expectativas.

Si no sabes esperar, no podrás ser feliz

Gandhy Morillo

4 sept 2009

1+2 siempre será 4 y 5-3 nunca será 2

Mucha gente cuando ve números, lo ve de una forma fría, pero en realidad nos pueden hacer entender muchas cosas que ni mil palabras podrían darnos. Los números nos identifican, nos marcan, nos llenan. Y tal vez te preguntes como, pero es muy fácil de saberlo, solo debes ver a tu alrededor.


 

Las palpitaciones de nuestro corazón, la cantidad de dedos, las veces que pestañas, todos son números que nos dan información. Desde las horas que hablas con el amor de tu vida, hasta la cantidad de lunares que tenemos son pequeños caracteres que hacen de nuestra vida.


 

Siempre que hablamos de números nos llega a la cabeza una operación matemática y entonces es donde realmente nos contagiamos con estos. Restamos besos por el descaro, multiplicamos dolores de cabeza gracias a las resacas y dividimos nuestro amor para que rinda y le toque a muchos un poquito. Nuestra vida está llena de esos momentos en que las operaciones matemáticas, los números y nuestra calculadora interna nos llevan al resultado de lo que queremos. Pese a nuestros esfuerzos algunas veces quedamos en rojo o números negativos, esto nos decepciona, nos desanima por lo que tratamos de buscar hasta el más ínfimo digito positivo en nuestro día para sumarlo a lo que resta de él.


 

El titulo de este post lo uso para reflexionar. No siempre se obtiene lo que quiere. Algunas veces nos encantaría que dos más dos sean cuatro pero la vida nos da estragos en que con el solo hecho de llegar a contar dos nos alegramos. No todo tiene un sistema como los números, no todos somos 1, 2, 3, 4, 5,… algunos somos 3, 4, 1, 5, 2,... y esto hace la diferencia. Al saber que no siempre todo es de cierta o cual manera nos ayuda a ver que nuestras decisiones son lo que marcara los números de nuestra existencia.


 

La simplicidad de los números nos hacen ver las cosas de una forma más objetiva y realista porque al final de todo…


 

La vida en una operación matemática, debemos de sumar vida lo más posible para que no quedemos divididos y solo podremos multiplicar tristeza y restarle logros.

Gandhy Morillo