Pero como el humo del cigarrillo es ligeramente ácido, es el único humo de tabaco lo suficientemente suave en la boca y en la garganta como para poder inhalarlo regularmente. Pero al llegar a los pulmones el ácido se neutraliza y la nicotina se vierte libremente en el caudal sanguíneo. En solo siete segundos, la nicotina transportada en la sangre llega al cerebro, de modo que cada bocanada de humo ofrece una gozada de nicotina casi instantánea.
El trato con la gente se puede resumir en estas palabras. Muchos son del tipo nicotina. Como ya sabemos el cigarrillo hace que la gente consiga cáncer en los pulmones u otras enfermedades. Por ejemplo, los dientes de los fumadores son mas amarillentos que de las demás personas. Esto indica que no solo te daña por dentro sino también por fuera. Pues igual son las personas nicotina. Estas peculiares personas son esas que te dicen: ¨dale pa lante hazlo que quieras, es tu vida al final de cuentas¨.
El problema llega cuando hacemos lo que queremos y nos va mal. Los primeros que están ahí para decírselo a todo el mundo son estas personas nicotina. Muy buenas al comienzo pero al final son los primeros que te embroman la vida al haber cometido un error.
La gente nicotina no solo daña a la persona mas cercana a esta, sino también que a todos/as los adyacentes, ya que mientras mas personas tengan en común, mas rápido se esparcirá el error.
Es de especial importancia destacar que no importa el grado social al que se pertenece. En nuestra cultura latina estas personas tratan de esconderse atrás de apellidos de confianza y tarjetas de crédito.
Como no dejarse agarrar del vicio
La forma mas fácil de no caer es pensar en las consecuencias de nuestros actos, siempre. Aun que agradezcamos dicho ¨consejo¨, nuestra decisión es nuestra decisión, tomando en cuenta las consecuencias. No siempre es hacer lo que se quiera y hacerlo bien sino hacer lo que quiera sin molestar al vecino ni a nuestro futuro.
Los malos consejos son para los sabios más experiencia
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