9 nov 2009

Historia de un amor a punto de Morir


Ella se mira en el espejo un momento al despertar de cada día. Con la mirada puesta en el pasado, queriendo con sus manos regresar las manecillas del reloj y reescribir el final de un capitulo que ya ha culminado.

Mutilar en el intento no quisiera tan hermosos recuerdos que hoy invaden su presente, pero ha querido en un momento con sutil ilusión, que no fueran tan solo momentos fallecidos.

Se pregunta: ¿Cómo pudiera perpetuar esos momentos?, ¿Cómo seria si hoy fueran su presente?, ¿Qué falto por hacer para que el le quisiere?, ¿Para que se quedara?, ¿Para que entendiera todo lo que ella sentía?, o si talvez debió ser mas fiel a su amistad.

Nunca estuvo segura de si su sentir fue comprendido, o si su intención fue mal interpretada hasta por su propio ser.

Sentada en la angustiosa silla de la soledad forjada en el olvido: su corazón no late, se congela, petrificada ante las mas profundas impresiones, sus ojos hoy carecen de admiración, sus sentimientos parecen germinar en el vació pues ya no hachan raíces y el resulta su ultima impresión.

Como quisiera cambiar los textos por conversaciones cara a cara. Repasa lentamente el dialogo que ella misma construyo, los gestos de cada personaje; esta vez mira sus ojos mientras el le dice “no se puede” esta vez “pide perdón y no permiso”.

Se dice al escuchar sus pasos, cuando fue el momento en que le dijo que tanto le quería, que su corazón moriría si faltaba que era importante, que no era solo otro éxito alcanzado que el pudo haber sido todo para el: un amigo, un hermano (lo que ella era para el), un compañero, un gran amor, su único amor.

Todo lo que el fue, todo lo que pudo ser y eligió ser tan solo un gran recuerdo.

Nunca oso decir ser quien mas lo había querido, pues, ¿Con que cinta se mide el amor? Pero considero su manera de quererlo como única, porque, ¿Cómo podría otro ser quererle como ella le quiso? De tantos modos diferentes a la vez.

Pensaba que seria este capitulo la introducción de su obra culminante, mas hoy hay dudas en su percepción, pues, ¿Cómo contar un primer capitulo sin amor, sin saber si en algún momento el sintió la mas ínfima fracción de el cariño que ella creía profesarle que ni ella sabia cuan grande era?

Mientras camina en el ayer contempla a quienes mendigan un abrazo, a quienes suspiran por un beso efímero, a aquellos que la miraron con los ojos de un volcán. ¿Cuanto daría para que aquella hubiese sido su mirada?, solo un segundo: la vida; mas que por un momento: la eternidad.

Sus sentimientos ya fallecen ha dejado de esperar el no quererlo, solo espera que alguien pueda resucitar su corazón.

¡Ha vuelto a encontrarlo! la sonrisa de un amigo la distrae mientras cierra el documento, mas los cambios no han sido almacenados…Porque inmutable es la verdad, inmutable es el pasado.

 Manuela Rodríguez Pujols.

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